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Cuento ganador de Cuentos de Aventura
La Norte de Ubiña
por Armando Gutiérrez Rodríguez
Miró hacia la blanca mole. El sol pintaba la roca de tonos anaranjados y hacía refulgir la nieve.
-Está ideal para crampones. -pensó- Subiré por la directa.
Y fue recorriendo la vía con la vista mientras recitaba de memoria los pasos que debía superar: -…la vega, la canal, la vira…-
Revisó el material: -Crampones, piolet, cuerda… ¡Perfecto!
Ajustó el arnés y atacó con decisión el primer paso. Agarró con fuerza la sábana, pero al intentar subirse a la cama, aquella se deslizó. Cayó de espaldas.
¡Mierda, una avalancha!
Quedó tendida sobre la alfombra y cubierta por la blanca tela. Su madre entró en el cuarto y descubrió el desastre. Retiró la sábana y le ordenó con un dulce tono de voz:
-Desata el cinturón del albornoz.
-Arnés, mamá. Se llama arnés.
-Pues quítate el arnés. ¿Se puede saber que hacías?
-La Norte de Ubiña. ¡La directa! Pero estaba blanda la nieve y…
-La blanda soy yo -interrumpió su madre- que no te castigo. Mira que desastre de cuarto.
-¿Tú crees que algún día podré subir a Ubiña como hacía papá?
Su madre asintió con los ojos humedecidos. -Claro que sí, cariño. Claro que sí…-